Educar
la autoestima
Educar la autoestima pretende ser un
instrumento de trabajo para los
profesores de educación básica, preocupados por inculcar las actitudes
principales en el alumnado para lograr su desarrollo adecuado y optimo,
potenciando con ello las capacidades que cada niño/a posee.
Para muchos niños, la escuela representa una
segunda oportunidad de conseguir un
mejor sentido de sí mismos y una comprensión de la vida, mejor de la que
pudieron adquirir en su hogar durante la etapa de pre-escolares. Un maestro que
proyecta confianza en la competencia y bondad de un niño puede ser un poderoso
antídoto a una familia en la que falta esta confianza y en la que quizá se
transmite la perspectiva contraria. Un profesor que trata a los niños/as con
respeto puede ofrecer orientación a un niño que se esfuerza por comprender las
relaciones humanas y que procede de un hogar en el que no existe el respeto. Un
profesor que se niega a aceptar el negativo concepto que puede tener un niño/a
de si mismo y presenta constantemente una mejor noción de su potencial tiene a veces
la potestad de salvar una vida.
En la actualidad hace especialmente urgente el
reto de fomentar la autoestima de los niños debido a que muchos niños y jóvenes
llegan a la escuela en tal estado de malestar emocional que puede resultarles
extraordinariamente difícil centrarse en el aprendizaje.
Los niños no son objetos que podamos cambiar
de acuerdo con nuestras especificaciones, es por esto que la función de los
profesores, lo cuales son un ente importante en la vida del niño y en el
desarrollo de su autoestima, es ayudarlos a crecer de acuerdo a lo que son y
respecto a las potencialidades que poseen y este es el objetivo para abordar el
tema en esta pagina, dotando de herramientas a los profesores para que logren
guiar al alumnado hacia la consecución de una adecuada autoestima y por
consiguiente la explotación adecuada de las potencialidades de cada niño/a.
La autoestima es la habilidad psicológica más importante que podemos desarrollar con el fin de tener éxito en la sociedad. Tener autoestima significa estar orgullosos de nosotros y experimentar ese orgullo desde nuestro interior. Sin autoestima, los niños dudan de si mismos y ceden frente a la presión de sus compañeros, se sienten inútiles o inferiores y pueden llegar a consumir drogas o alcohol como un pretexto para justificarse. Cuando, los niños se sienten seguros en su interior, están dispuestos a arriesgarse y a ser responsables de sus actos, pueden enfrentar los cambios y desafíos de la vida, y tienen las flexibilidad necesaria para enfrentar el rechazo, la decepción, el fracaso y la derrota.
Características del niño/a con alta
autoestima
autoestima
- Seguro acerca de quién es y seguridad en sí mismo.
- Capaz de tener intimidad en sus relaciones.
- Habilidad de perdonarse y perdonar a los
demás.
- Personas que le dan la bienvenida a los cambios.
- Hacen amigos facilmente.
- Muestran entusiasmo en las nuevas actividades.
- Son cooperativos y siguen las reglas si son justas.
- Pueden jugar solos o con otros.
- Les gusta ser creativos y tienen sus propias ideas.
- Demuestran estar contentos, llenos de energía, y hablan con otros sin mayor esfuerzo.
Características del
niño/a con baja
autoestima
autoestima
- Problemas de intimidad en relaciones.
- Esconder los
verdaderos sentimientos.
- Inhabilidad
de perdonarse a si mismo y a los demás.
- No se sienten seguros de si mismos.
- Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones. Prefieren quedarse
callados antes que opinar.
- Tienen mayor dificultad para relacionarse con los demás.
- Sienten una gran necesidad de ser aceptados por los demás ya que no
se aceptan a sí mismas. Por este mismo motivo, suelen sentirse muy
presionados cuando están con otras personas.
- Miedo de arriesgarse por
miedo a fracasar.
- Tienen menos probabilidad de lograr lo que se proponen porque siempre
están pensando de antemano que no lo lograrán.
- Suelen dejarse atropellar por los demás o ser maltratados por miedo
a resistirse y quedarse solos.
- Tienen mayor dificultad para enfadarse con las demás personas por
miedo a que la otra persona “no acepte el enfado”.
Cuentos para favorecer la Autoestima
· ”La inventora de palabras” La aceptación como
principal apoyo.
Juana pintaba, pintaba y pintaba. Iba pintando todo lo que veía desde su
mundo de niña callada y extraña para los demás.
Ella, la soñadora de colores, con sólo cinco años renunció a la palabra para
expresarse con el pincel.
“Juana, habla- le decía la maestra-“ y la niña agachaba la cabeza, escondiendo
la barbilla. Entonces le daba un papel, Juana cogía un lápiz y empezaba a
llenarlo de figuritas pequeñas, grandes, estiradas, redondas…Así la maestra
sabía lo que le andaba por dentro; ésta era la única manera que tenía de
averiguar lo que la chiquilla sentía, quería o imaginaba.
Todos los niños respetaban
a Juana, la que jugaba sola. Hasta que un día los mayores no encontraban nada
con qué jugar...El recreo era sagrado para la pintora que exploraba la tierra
con sus grandes ojos, buscando hormigas, bichitos de luz y piedras de mágicos
colores. La niña no esperaba aquel tirón de pelo, pero menos aún sus compañeros
esperaban esa respuesta. Juana comenzó a chillar y a patalear hasta conseguir
que todos se arremolinaran a su alrededor. Después habló y habló por los codos
para que nadie volviera a meterse con ella.
Lo cierto es que Juana se
dio cuenta de que decir palabras tenía resultado e intentó pintarlas. Con una
facilidad impresionante fue pintándolas en colores y dándoles forma. Lo malo
era que nadie entendía lo que escribía. Ella se había inventado solita un nuevo
lenguaje. Juana se había hecho con un nuevo lenguaje. Juana se había hecho
inventora de palabras.
Ahora sí que le gustaba hablar, y, sobre todo, cuando quería regalar
sus palabras. Porque Juana le regaló a cada niño y a cada niña un nuevo nombre;
hasta ella cambió el suyo. Y era tan divertido llamarse otra cosa, que la
maestra le pidió por favor que le dijera un secreto para que los niños le
hicieran caso.
A Juana, esto de ser inventora de palabras la hizo archifamosa en su clase:
todos los niños querían ponerse con ella en la mesa. Además seguían a la
pintora en el recreo para que les regalara un nuevo nombre para su perro, para
su gato, para su hermano... Así es cómo Juana llegó a la conclusión de que era
tan importante y tan divertido hablar como pintar, sobre todo, si las palabras
y los dibujos se los inventaba ella misma.
· “Cuento conmigo.”
Fomentando la autoestima.
Fomentando la autoestima.
Erase una vez un niño que se miró en un
espejo. Cuando se vio no se reconoció porque vio la imagen de una persona mayor.
En seguida el niño le preguntó:
- ¿Tú quién eres?
La persona que estaba del otro lado del
espejo le respondió:
- Soy tú mismo; sólo que con unos cuantos años más
- Si quieres puedo salir del espejo y
acompañarte siempre, para ayudarte en lo que tú quieras- añadió la imagen.
El niño exclamó:
¡Sí, sal de ahí!
La persona salió con esfuerzo. Primero,
sacó una pierna, luego la otra, después los brazos... Y se quedó encogida en el
lavabo. El niño, riéndose le dijo:
- Pareces un poco patosa.
Esta le respondió:
- No todo es bueno cuando eres mayor.
Por ejemplo, no se cabe en cualquier parte.
Entonces el pequeño le dijo:
- Lo comprendo, te ayudaré a bajar.
Cuando bajó, los dos se abrazaron muy
fuerte. Y de los dos desapareció el miedo. Pues se tenían el uno al otro para
siempre.
Así que, agarrados de la mano,
caminaron juntos por la vida, con paso seguro.
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